Las estaciones de St. Pancrass y King's Cross, a unos metros de distancia
Londres es una de las capitales del mundo; una ciudad
fascinante que siempre ofrece algo sea cual sea el tipo de viaje. Como en
cualquier ciudad y, más si es de la importancia de la capital británica, sus
estaciones siempre muestran aspectos menos conocidos pero de gran interés.
Aunque un viajero no incluya explícitamente las
estaciones londinenses en su visita, puede encontrar aspectos curiosos e
interesantes y disfrutar del encanto y la belleza de muchas de ellas, sin
desviarse de los lugares más apreciados por cualquier viajero. En Londres no faltan oportunidades de conocer muchas
y variadas estaciones pues es la capital europea, seguramente mundial, con
mayor número de grandes estaciones.
La primera cuestión es delimitar a que estaciones se
hace referencia, pues en rigor en Londres hay decenas de estaciones, como en
muchas capitales. Esta entrada se centra en trece, las clasificadas por la
empresa pública Network rail en la
categoría A, por su volumen de tráfico y viajeros. Nueve de ellas son
gestionadas por Network Rail, una de forma conjunta con la sociedad Eurostar –St. Pancrass- y sólo tres,
gestionadas por operadoras privadas: Marylebone por
la empresa Chiltern, Fenchurch Street por c2c y, Blackfriars por Thameslink.
Todas tienen su origen en el siglo
XIX y todas se hallan en el casco urbano, en pleno centro londinense, a no más
de 2 kilómetros de Trafalgar Square, centro londinense por antonomasia.
Sólo cinco de ellas prestan servicios
de largo recorrido: Paddington,
Euston, King's Cross, Liverpool Street y St. Pancrass, esta última
también la terminal de los únicos trenes
internacionales, Eurostar, a Francia,
Bélgica y los Países Bajos.
Se citan en primer lugar las situadas en la margen izquierda del Támesis, oeste a este y de norte a sur, (once estaciones)
para concluir con las dos de la margen derecha:
· Paddington:
abierta en 1838, fue construida por el prestigioso ingeniero Isambard Kingdom
Brunel. En constante ampliación, las obras más importantes tuvieron lugar en 1854
y varias veces en el siglo XX, pese a lo cual sigue siendo reconocible la
estructura original, particularmente en la cubierta de los andenes. El popular
osito Paddington del cuento de 1958 debe su nombre a la estación.
Estatua de Isambard Kingdom Brunel en la propia estación. 2010
Acceso y bóveda original. Foto: MPG
Fachada principal. Foto: MPG
Bóveda histórica. Foto: Network Rail
Estatua del osito Paddington en la estación. 2010
· Marylebone:
en servicio desde 1899 fue la última de las grandes terminales londinenses. Gestionada
por Chiltern, es la más pequeña por tamaño y tráfico. Su nombre procede del
barrio original de St. Mary at the Bourne que, con el tiempo, fue abreviado a su
forma presente, Marylebone. Es una de las cuatro terminales londinenses que
aparece en el Monopoly original, desde los años treinta, junto a King’s Cross, Liverpool
Street y Fenchurch Street.
· Euston:
data de 1837 y, por ello, la segunda más antigua del Reino Unido, aunque tras
varias ampliaciones fue concluida en 1849. Reformada por completo en los años
sesenta, fue demolida la antigua, inaugurándose sobre ella la nueva, en 1968.
Interior y exterior de Euston. 2019 y 2010
Estatua de George Stephenson en el exterior de Euston. 2019
· St.
Pancrass: abierta en 1868, es la más conocida por alojar los trenes Eurostar y por su imponente fachada neogótica-victoriana.
Estuvo a punto de derruirse en los años setenta del siglo XX por su escasa actividad,
salvándose gracias al empuje de ciudadanos y asociaciones, de entre los que
destaca el poeta y periodista John Betjeman, que cuenta con una escultura
dentro de la estación. Reconstruida y ampliada entre 1996 y 2007 al entrar en servicio
la línea británica de alta velocidad desde el canal de la Mancha.
Exterior del edificio victoriano. Abajo la ampliación de 2007. 2019
St. Pancrass y, junto a ella, King's Cross. 2019
· King's
Cross: separada por una calle de St. Pancrass, es la más
importante estación de largo recorrido de Londres. Data de 1852 y conserva su apariencia
original, a pesar de la importante reforma de 2012-14 a la que se debe su
atrevida e imponente cubierta del espacio comercial y sala de espera. Su nombre
(“Cruz del rey”) se debe a un monumento al rey Jorge IV de principios del XIX.
También existe una leyenda que dice que en su emplazamiento tuvo lugar una
batalla de las tribus británicas dirigidas por la reina guerrera Boudicca contra
los romanos. Muy conocida por hallarse en su interior el célebre acceso al andén 9 ¾ de Harry
Potter.
Fachada principal en 2019 y, abajo, grabado de la original de procedencia desconocida
Cubierta del espacio comercial y sala de espera. 2019
Emplazamiento original del acceso al andén 9 y 3/4 (2007) y actual, ambos en King's Cross
Estatua de Sir Nigel Gresley, afamado ingeniero de ferrocarriles británico, en el interior de King's Cross. 2019
· Liverpool
Street: su apertura data de 1874 y, aun con modificaciones
importantes, es la original, con sus emblemáticas torres en la fachada
principal. Destinada a ser la estación principal de la City, mantiene ese papel
junto a las estaciones secundarias también ubicadas en este distrito: Fenchurch
Street y Cannon Street.
· Fenchurch
Street: su apertura data de 1841, siendo concluida completamente en 1854. Es
la más pequeña de las terminales más céntricas de Londres. A pesar de su tamaño
reducido es una de las más transitadas estaciones londinenses.
· Cannon
Street: abierta en 1866, sufrió una importante reforma para su nueva reapertura
en 1962, manteniendo sus características torres a la entrada de la estación, a
la que se accede cruzando el puente ferroviario homónimo sobre el Támesis.
· Blackfriars:
fue inaugurada en 1886 con el nombre de St. Paul’s, por su cercanía a la
catedral londinense. Tras ser reformada, en 1937 fue rebautizada con su actual
nombre. Fue reformada en profundidad, de nuevo, en 2012, conservando su peculiaridad
más llamativa: sus andenes se encuentran en el propio puente ferroviario.
· Charing
Cross: en servicio desde 1864, es la estación más céntrica de Londres, a
150 metros de Trafalgar Square. Su estructura y fachada es original aunque fue
reconstruida en profundidad en 1905 al colapsar la cubierta y, en 1990, cuando
fue inaugurado el nuevo edificio moderno, conservando la fachada principal.
Hasta 1920 fue la principal estación internacional, siendo relevada por la estación
Victoria.
Vista de la estación desde el London Eye. 2007
Vista del edificio principal desde los andenes. 2019
Vista de la fachada, en su estado actual (2019) y original
· Victoria:
abierta en 1860, está a sólo 500 metros del palacio de Buckingham por lo que podría pensarse que su nombre se debe a la
reina Victoria. En realidad es por ubicarse en la calle Victoria (no deja de
ser en homenaje a la reina). Su importancia fue creciendo desde finales del
siglo XIX y en 1919 comenzó a recobrar servicios internacionales con enlace
marítimo, relevando formalmente a Charing Cross como principal estación
internacional. Ha sido la puerta de entrada para varias generaciones de
europeos continentales hasta la apertura del túnel del Canal de la Mancha en 2007.
Actualmente es la segunda estación de Londres por número de viajeros.
· London Bridge:
aunque la arquitectura de la estación original es sólo un recuerdo, sobre la
vieja terminal de 1836 se encuentra la actual. Es la más antigua de las estaciones
londinenses y una de las instalaciones ferroviarias más antigua del mundo. Desde
sus orígenes fue objeto de numerosas reformas hasta la última, que supuso su completa
reconstrucción, en los 70, reabriéndose en 1978. Junto a Waterloo, son las
únicas dos estaciones en la margen derecha del Támesis.
Exterior e interior de la estación con vista de la City. 2019
Grabado original de le estación. Origen desconocido
· Waterloo:
su origen data de 1848 y a ella llegaron en 1967 los últimos servicios de vapor
del Reino Unido. Conserva su fachada y estructura original, aunque ha sido
objeto de varias reformas, las más importantes en 1922 y, sobre todo, las motivadas
por la llegada de los trenes Eurostar
por el túnel del canal entre 1994 y 2007. Hasta la completa conclusión de la línea
de alta velocidad británica en 2007, fue habilitada para acoger en su lado
oeste estos trenes, reforma visible en la actualidad. Es la estación con mayor tráfico
de todas las de Londres y, por tanto del Reino Unido.
Fachada de la estación. 2019
Imagen aérea de Waterloo. Al oeste se observa la ampliación de 1994 para el Eurostar. 2013. Bjorn Christian Torrisen
Grabado original de le estación. Origen desconocido
Qué curioso... A diferencia de España no veo ninguna estación soterrada... El discurso de las barreras arquitectónicas, la integración, etc parece que la soterramania no funciona en el Reino Unido.
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